lunes, 8 de octubre de 2018

Madroño II

Decía que era mi intención argumentar por qué la etimología de Varrón, Plinio y Laguna es defectuosa.  Me limitaré a un par de razones que me parecen fáciles de explicar.

Primera: si unedo viniera de unum edo, sería una extrema rareza como nombre compuesto: éstos, y más los compuestos oracionales (que suponen una frase, como abrelatas, cuentagotas, tapaculos) no emplean jamás la primera persona del verbo, tan marcada.  En español sólo encuentro metomentodo; pues lavabo es latín (lavabo "yo lavaré"), sustantivado como primera palabra del rito de lavamanos en la misa (así ocurre con el credo "creo" o con las avemarías o los padrenuestros; y en argot financiero pagaré y cargareme).  En botánica hay nomeolvides, con un "tú" imperativo bien curioso.  En francés hubo una moda del jaccusisme (tras el título que Clemenceau impuso al artículo de Zola), como también la moda (indumentaria) trajo el suivez-moi-jeune-homme.  Pero en cualquier idioma es improbable, si no yerro, que una primera persona invada el campo nominal.

En latín unedo sería caso único.  Vademecum (literalmente "ven conmigo") no cuenta, porque es latín escolástico.  Al gorrón lo llamaban en Roma laudicenus ("que alaba la cena") como a "las que se depilan" strictivellae (los diccionarios menos pudibundos especifican la zona depilada).  El elemento verbal (laudo, stringo) jamás aparece en primera o segunda persona.  Por poner ejemplos botánicos, ahí está, de frango "romper" y saxum "roca", la saxifraga de la que ya hemos hablado.  De pario "parir" tenemos oviparus y viviparus (u ovipara, vivipara).  En francés tenemos pissenlit o "meacama" (por la virtud diurética del Taraxacum officinale), y en griego κυνάγχον /kynánjon/ o "ahogaperro" (en latín cynanchum /kynáncum/).

Segundo argumento.  Unus en latín comienza con U larga, la U de unedo es breve.  Esto bastaría por sí solo para invalidar la supuesta etimología.  Todos los compuestos latinos de unus llevan U larga: unanimus "de un solo espíritu", undecim "once" (literalmente "uno diez"), unicornius "de un solo cuerno", universus "vuelto a la unidad" --al revés que diversus--, es decir, "tomado en su conjunto"; en botánica tenemos unicaulis "de un solo tronco".  Hay muchos, todos con la U inicial larga (tampoco cuentan aquí las licencias métricas).

He encontrado alguna discrepancia sobre la cantidad vocálica de unedo en los diccionarios; en particular el de Meillet creo que tiene errata (no corregida en la fe); pero todos dan breve la U inicial.  No se tenga en cuenta la transcripción al griego (οὐνέδων) porque, aunque ου siempre es largo en ese idioma, ese dígrafo es el único modo que tienen los griegos para expresar nuestro sonido U (véase, si no, cómo transcriben Vulturnus: ᾿Ουουλτούρνος, donde ninguna de las U son en origen largas).

Mientras me paseaba por las muchísimas variantes del nombre del madroño en distintos idiomas, he acabado convencido de que este arbusto debió de tener, o en algún momento se le dio, gran importancia.  Al fruto se lo distingue con un nombre privativo: en latín se llamó arbutus /árbutus/ y unedo /únedo/ a la planta, y arbutum y unedo al fruto (en francés arbousier y arbouse respectivamente, como en catalán arboç y cirera d'arboç); en griego κόμαρος /kómaros/ y κόμαρον /kómaron/, etcétera.

Además, está muy presente en la toponimia.  Dejando aparte la heráldica madrileña (un experto sostiene que el oso se apoya en realidad en un almez), tenemos Madroños, Madroñeras, Madroñeros y Madroñales varios, y además los Erbebedos y Hervededos gallegos y bercianos (que continúan el latino arbutetum "madroñal") y otros similares.  Si alguno visita el penetense Arboç, no se extrañe de encontrar allí un facsímil de la Giralda: el dueño quiso mitigar con ella (eso cuentan) la nostalgia de su esposa andaluza.

Cito, para acabar, el verso en que Ovidio, como don Quijote de las bellotas, hace de los madroños la fruta paradisíaca, digo de la edad de oro, cuyos felices habitantes

                     arbuteos fetos montanaque fraga legebant,

esto es, "cosechaban los frutos del madroño y las fresas del monte".

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