jueves, 2 de abril de 2020

Diminutivos latinos IV



Muchos nombres genéricos son diminutivos, o lo parecen.  Yo diría que lo son, si bien no conozco con certeza el punto de partida, Crucianella, Filaginella, Galatella, Gentianella, Nitella, Trigonella, Rhodiola...  Los enumero porque no encuentro ahora el humor para analizarlos en detalle, más allá de la apariencia (Galatea era ninfa de láctea belleza; Gentianella vendrá de Gentiana; trigonum es "triángulo", etc.).  Y luego faltarían los diminutivos de los nombres específicos, como rigidula "rigidita", truncatula "tronzadilla" y demás; cuento de nunca acabar.  Hay tal cantidad de material (para lo que pensaba al principio sobre este diminuto tema) que casi me arrepiento de haber comenzado.  Me quedaré, pues, con los últimos cinco o seis.

El nombre genérico del Dracunculus vulgaris Schott 1832, "dragoncillo vulgar" o dragontea es, claro, el diminutivo de la palabra latina draco "dragón"; ya en griego se llamó a esta planta δρακόντιον /dra-cón-ti-on/, diminutivo, a su vez, de δράκων "dragón".  Lineo lo llamó Arum dracunculus ("aro dragoncito") y otro luego prefirió la forma, más a la griega, Aron dracunculum.

Hablando de dragones, acabo de encontrar una breve pero muy gustosa noticia de Eduardo Barba sobre las plantas del gran tríptico madrileño del Bosco, con información sobre el drago canario o Dracaena draco.  El nombre científico del drago, que explica el amigo Eduardo, combina la palabra griega δράκαινα /drá-cai-na/ "dragona" o "hembra de dragón" (transcrita dracaena en latín) con la latina draco "dragón".  (Dracaena se castellaniza dracena, pues el diptongo AE impide la acentuación drácena que he leído en algún sitio, arrastrada quizá por dársena u otra palabra similar.)

Que gladíolo continúa la palabra latina gladiolus, diminutivo de gladius "espada", ya quedó dicho; faltó decir que gladiolus es a su vez un calco del griego, donde esta planta se denominó ξιφίον /xi-fí-on/ "espadita" (diminutivo de ξίφος "espada"): ya para Teofrasto y Dioscórides ξιφίον significa "gladíolo" o "gladiolo".

Globularia implica el diminutivo globulus (de globus), que conservamos en el latinismo glóbulo.  Sin duda el nombre debe de ser una descripción de la inflorescencia.

Lavandula también parece un diminutivo, pero ¿de qué?  Lavanda es en latín un mero participio de "lavar" sin sentido botánico, que yo sepa.  Sospecho que la acepción "espliego" la adquirió la voz italiana lavanda, que designó un agua de lavamanos aromatizada, y de ahí saltó a la planta que proporcionaba el perfume (el uso botánico se documenta por vez primera en italiano, si mis datos son buenos, en el siglo XVI, en los comentarios de Mattioli al libro de simples de Dioscórides Anazarbeo).  El diminutivo del género supongo que es cosa de Lineo; de momento no he encontrado mayor antigüedad.

Pimpinella también tiene pinta de diminutivo, pero su origen es incierto.  Todas las variantes de esta palabra (pimprenelle, pipernella, pimpernel &c) parecen derivar de la forma latina pipinella, documentada en un Antidotarium de tiempos de Carlomagno.  ¿De dónde proviene pipinella?  Ahí comienza el desconcierto: quién la relaciona con piper "pimienta" (por el aroma de la umbelífera), quién con pepo "sandía" (por la forma de sus frutos).  En resumen, poco seguro todo.

Voy a terminar con Ranunculus, nombre genérico que creo haber por fin desentrañado (para mi gusto, al menos).  Encontraba yo poco razonable considerarlo diminutivo del latín rana "rana", de donde se esperaría ranula "ranita": el latín llama ránula a una rana pequeña o simpática, y también a la ranilla del caballo, esa zona blanda bajo la pezuña (pars tenerrima in media ungula equorum en la definición de Vegecio) de tanta importancia (según mi amigo José Cebollada) para la buena marcha del animal porque contribuye a bombear la sangre equina.

Además (razonaba yo) el diminutivo, en cualquier caso, no sería ranunculus sino más bien ranucula: esta es precisamente la forma del latín tardío que los gramáticos suponen como étimo del francés grenouille.

Ah, pero fatigando diccionarios he aprendido que ya Hipócrates y Dioscórides llamaban al ranúnculo βατράχιον /ba-trá-ji-on/ o sea, "ranita".  Y βατράχιον es, una vez más, diminutivo de βάτραχος "rana".  De modo que al llamar "batracios" a los anuros nos servimos de un diminutivo léxico, como cuando llamamos "ofidios" a las serpientes.  El que ya en griego el ranúnculo fuera designado con un diminutivo léxico remueve mis dudas sobre la etimología de ranunculus y me doy: será, como dicen los que saben, diminutivo de rana.  (Para mejor confirmación, el griego βατράχιον designa también la ranilla del caballo.)

Hablando de ranas y ranitas, por cierto, el diminutivo francés rainette "ranita" (antes de que raine fuera desplazado por grenouille) lo hemos heredado en el nombre de nuestras manzanas reinetas, que nada tienen que ver con majestades y soberanas, sino con el parecido entre la piel rugosa de estos pomos y el de los sapillos del campo.

Y, ya que estamos metidos en ranúnculos y en diminutivos, encuentro que mi diccionario de francés traduce renoncule por "francesilla".  ¡Francesilla!  El buscador de la red me enseña que se trata de un ranúnculo cultivado, especie Ranunculus asiaticus, oriundo de la bisagra de Asia y Europa, a la que llaman también (qué mortificación) marimoñas.

A todo esto, ¿qué tienen que ver los ranúnculos con las ranas?  Ah, ahí difieren los doctos.  Unos se inclinan por la cuestión del hábitat: a las hierbas se las llamó así porque vivían como ranas, o donde las ranas.  Según otros, en cambio, el nombre viene del parecido entre las raíces del ranúnculo y el pie del anfibio.  Esto último ni lo sé, ni lo comprobaré, que no me gusta arrancar plantas.

[P.S. Añado, como la mejor ilustración de lo dicho sobre el hábitat del ranúnculo, esa hermosa imagen que Antonio Campo, botánico y fotógrafo, ha tenido la gentileza de enviarme, donde un batracio disfruta de la compañía del Ranunculus gouanii.]

[Nota de 2024:  De la lista del primer párrafo, retiro a la Parentucella, probable errata por Parentucellia, con la que ahora estoy más familiarizado.]

2 comentarios:

  1. Nada puedo aportar a la parte etimológica, pero a mi sí que me ha tocado arrancar muchos Ranunculus y en sus partes subterráneas, algunos, no la mayoría, tienen bulbos incluso arracimados que podrían tener algo que ver con los batracios. En un género tan amplio, solo unos cuantos viven cerca del agua, aunque es cierto que esos son muy abundantes y llamativos y quizás por ahí pudiera venir el vínculo que escribes. Pero en fin, opino desde la total ignorancia, como un vulgar tertuliano. Hablar por no callar. Así que me callo.

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