sábado, 4 de julio de 2020

Rojo II



El color rojo lo expresa en latín el adjetivo ruber rubra rubrum, y en griego ἐρυθρός ἐρυθρά ἐρυθρόν /e-ry-zrós e-ry-zraá e-ry-zrón/.  Por antigüedad, empezaré por la forma griega, que ya hemos mencionado más de una vez.

Claro es que ἐρυθρός y su transcripción al latín (erythrus) proveen abundante terminología botánica.  Ya Plinio, en su libro xiii, dedicado a los árboles exóticos, llama erythrocomis a la variedad de granado de hojas rojas (frente al leucocomis, de follaje claro; aquel adjetivo se ha latinizado en rubrifolius); y en el libro xxiv llama erythrodanus (en griego ἐρυθρόδανον o ἐρυθρόδανος) a la Rubia tinctorum o rubia de tintoreros (que tiñe, claro está, de rojo vivo: el carmín de alizarina).

Entre los binomios formados con ἐρυθρός está el Centaurium erythraea, cuyas flores tienen un hermoso color entre rosa y carmín.  Hay también un Taraxacum erythrospermum, que tendrá roja la semilla (σπέρμα, en latín granum "grano": su plural en latín es grana, y esta palabra ha acabado significando en castellano también el color rojo, supongo que no por culpa de la compuesta mencionada; cuando a alguien se le suben los colores en mi pueblo se dice que "se ha puesto como la grana").  Por último (en esta enumeración, digo, caprichosa y no exhaustiva), tenemos la Drosera erythrorrhiza, donde lo colorado será la raíz (ῥίζα).  Creo que ya salió aquí el Erythronium dens-canis.

Es natural que ἐρυθρός aparezca a menudo en zoología.  Aparte del Erithacus rubecula, que ya fue mencionado, ahora aludo, por vía de ejemplo, al Acanthodactylus erythrurus, la lagartija colirroja, que debe de tener espinas (ἄκανθα) en los dedos (δάκτυλοι), además de cola roja, como lo dice su nombre castellano y el lineano (οὐρά "cola").

El rojo vivo lo expresa el adjetivo πυρρός /pyr-rós/ y me ha llamado la atención la ausencia en botánica de esta voz, muy común en griego, donde Barbarroja sería Πυρρογένειος y un pelirrojo era un πυρρόθριξ (con el sufijo que ya vimos en Callithrix).  De πυρρός derivaría el latín burrus, y de éste, según algunos, el "rojo" en vascuence: gorri.

Dicho sea de paso, la humana pelirrojez fue a menudo sospechosa: entre los romanos era rasgo de esclavos (Plauto pinta rufus a Pséudolo en la comedia homónima), y entre cristianos la tradición pía da por pelirrojo a Judas Iscariote; por lo demás, es rasgo que a menudo se fija en motes y apellidos, desde Rousseau hasta Lerroux, pasando por los Royos y Rufos de mi pueblo.

Pues bien, de πυρρός, en botánica, nada (que yo sepa).  En cambio no falta en zoología, donde tenemos a las chovas (la piquirroja es Pyrrhocorax pyrrhocorax: ya Plinio la llama πυρροκόραξ; en latín se acentúa pyrrhócorax), y donde el camachuelo común (el passer, deliciae meae puellae de Catulo, según Tim Birkhead) es Pyrrhula pyrrhula, como quien dice "coloradita coloradita".

No hay comentarios:

Publicar un comentario