domingo, 27 de febrero de 2022

De perros II

¿Dónde habíamos dejado las perrerías?

Hay un llantén llamado Plantago cynops: cynops parece significar "con aspecto de perro"; el segundo elemento (ὤψ /oóps/ "rostro" "apariencia") lo comparten muchas voces, entre las botánicas, si no me equivoco, Aegilops, Echinops y varios géneros más; algunos tienen forma griega (αἰγίλωψ, por ejemplo, designa en Teofrasto tanto la Aegilops ovata como, al parecer, la Quercus pedunculifolia), pero otros no tienen correspondencia moderna (por ejemplo el achynops de Plinio, ἀχύνωψ en Teofrasto, que designa una gramínea o un llantén, según opiniones).

He dejado para el final las voces cynorrhodon y cynacantha.  La primera, en griego κυνόροδον /ky-nó-ro-don/ designa en Teofrasto la flor del rosal silvestre (según Bailly), o el églantier entero, la Rosa canina (Amigues): así que ese binomio botánico sería simple traducción de κυνόροδον, "rosa de perro".  (El nombre griego se encuentra también ortografiado κυνόρροδον y con variantes aún más exóticas.)  Hoy el término cinorrodon (la mejor adaptación a nuestro idioma sería cinórrodo) designa, si yo me he enterado bien, y mis rodólogos favoritos no me han tomado el pelo, el falso fruto del rosal bravo, que empieza siendo el hipanto (o "bajos de la flor") y termina madurando en el cinórrodo o úrnula (diminutivo, éste, de urna, que no recuerdo si consigné ya entre los latinos).

En cuanto a la forma κυνάκανθα /ky-ná-kan-za/ (con la variante κυνακάνθη), de ella usa Aristóteles para designar la misma especie botánica, Rosa canina; sólo que el significado de cynacantha sería "espina de perro" o (en traducción probablemente más exacta) "zarza de perro" (ἄκανθα significa primariamente "espina", pero también "cardo", "raspa de pescado", e incluso, como el castellano espina, "columna vertebral").  Si lo castellanizamos, saldría la forma cinacanta.

Con esto termina mi ciencia sobre los nombres botánicos derivados de la forma κύων, que, por lo demás, da mucho juego en biología: la zoología conoce al menos una mosca Cynomyia "mosca de perro", y un coleóptero Cynegetis impunctata "cazadora sin puntos" (esto lo he deducido yo solito, de ver en las fotos que a estas mariquitas les faltan, en su mayoría, los típicos topillos de familia), por no hablar de los monos cinocéfalos y demás parientes; y habrá mucho más, supongo.


En cambio, como suele ocurrir, canis, la forma latina para "perro", da menos juego que la griega en la nomenclatura vegetal.  Aún así, se incluye en el nombre del Erythronium: dens canis "diente de perro" (como es preceptivo, las dos palabras se unen con guión para formar el nombre específico) es la versión latina del arriba mentado Cynodon.  (La forma canis corresponde al nominativo, pero también al genitivo, esto es, el caso para decir "de perro".)

Caninus, canina (el adjetivo derivado de canis) lo encontramos en el Elymus caninus (también llamado Agropyron caninum, Triticum caninum &c), en la Scrophularia canina y, por último, en la Viola canina.

A esas formas se limitan los restos de canis que hallo en la terminología botánica.  Tampoco en zoología he encontrado mucho: sólo una pulga, la Ctenocephalides canina, o Ctenocephalides canis L. (también aquí canis es el genitivo): la pulga del perro, claro está.


He aprovechado para repasar los nombres vernáculos (o que pasan por vernáculos) donde se usa la palabra castellana perro.

Perro no deja de tener su miga: es voz única entre las denominaciones romances del chucho, que en general continúan el canis latino (así francés chien, portugués câo, italiano cane &c).  El origen de la voz perro se ignora.  Lapesa, si no recuerdo mal, la da por prerromana (esto es: "vete tú a saber"), mientras que Corominas la considera voz onomatopéyica, originada en la llamada al perro con los sonidos prrr, prrr... 

(La lengua catalana parece ofrecer solución semejante a la castellana, ya que frente al antiguo ca, derivado de canis y ahora relegado a usos locales, se ha impuesto la forma gos, nacida también, según autorizadas opiniones, de la onomatopeya cus, cus usada para llamar al animal.)

Por cierto que no siempre son negativas las connotaciones de la voz: en mi pueblo perro es sinónimo de "astuto", "taimado", e incluso el erudito local Manuel Gargallo recoge la expresión "ser más perro que calaverín" (no sé si calaverín no será el mote de algún Sísifo pueblerino, y convendrá escribirlo con mayúsculas).

Pues bien, esto he cosechado: a la Paeonía se la llama perruna; uva de perro es el honrado nombre que recibe la Smilax aspera; el alquequenje (Physalis alkekengi) tiene el sinónimo de vejiga de perro; guadalperro se ha llamado a la Digitalis purpurea, y meaperros al Helichrysum stoechas.  A ojo, yo diría que el catálogo se queda corto y que perrunos debe de haber muchos más entre los nombres populares.