lunes, 9 de mayo de 2022

Populus II


Estábamos en que había dos populus: uno con O breve ("pueblo"), y otro con O larga ("chopo").  Y aquí hay un hecho de lo más interesante.  Mientras que la evolución del primer populus al castellano pueblo es totalmente regular (la O breve diptonga, la P intervocálica sonoriza, la breve postónica se pierde), es, por el contrario, bastante extravagante la evolución de populus (con O larga) a chopo: hay que suponer una síncopa (verosímil) hacia *poplus y luego una metátesis de L (algo más rarilla) que daría un *plopus, al que aún le falta una geminación de esa P en *ploppus (puesto que no sonoriza en B, como hace toda P intervocálica bien educada): y sólo así se explica el castellano chopo.

Por extravagantes que parezcan las alteraciones arriba señaladas, la forma *ploppus es, sin embargo, bastante segura, puesto que la presuponen no sólo el castellano chopo, sino también el italiano pioppo y el rumano plop.  Uno puede ser casualidad, tres hacen categoría.

Pero no acaban aquí las excentricidades de populus.  En castellano tenemos también la forma pobo, registrada en innumerables variantes por la toponimia y la onomástica (pobar, pobeda, povedo, povedano &c) y que podría tomarse por galaicoportuguesa (área donde cae la L intervocálica) si no fuera porque las voces citadas son antiguas en área castellana, y no, en cambio, en la lusa.

La forma catalana poll también entra en el campo de lo irregular, pues supone una base *poculu (en lugar de *populu), aparte de que las formas derivadas (pollanc, pollancle, pollàncol, pollancre &c) parecen contener un sufijo -anko- o -anko-lo- ajeno al latín.

Cuando sobre una palabra (en este caso el latín populus) se acumula tanta rareza, la causa se busca en, por ejemplo, el ámbito de uso, aquí rural o agrícola: o más accesible que el urbano a las deformaciones, o sometido a otras que aquél.  Sin duda en la terminología agrícola o botánica el sustrato céltico tuvo mayor peso respecto de la urbana: el latín, al fin y al cabo, se expande con éxito y velocidad porque su área principal de avance la ocupan las lenguas célticas, extendidas por toda Europa, de las que el idioma romano es hermano de leche.  Pero basta de teorías.

En toponimia el chopo, en su forma corriente castellana, apenas ha dejado rastro: El Chopo, Chopillo, Choperal, como nombres de población, son más escasos que el árbol mismo.  (Sí abunda, en cambio, en microtopónimos, desde la fuente del chopo hasta la colina de los chopos --donde se erigió la Residencia de Estudiantes; en francés me ocurre la isla des Peupliers, en Ermenonville, primer descanso del iluminado Rousseau.)  Tampoco abundan en toponimia los Pobos, Pobedas, &c.

Pero por una curiosa casualidad el chopo ha dado nombre a los monasterios más significativos de la historia catalana: pues hay consenso en considerar Ripoll (el medieval coenobium Rivipullense) resultado de *rivu populu (o más probablemente *poculu, por lo dicho arriba: "arroyo de chopos"), y pocas dudas caben de que el étimo de Poblet es populetum "chopera".  El sufijo -etum sí es latino, específico para grupos de árboles, como en arboleda, nebreda, pineda y, ya que estamos con chopos, alameda.  En castellano populetum habría resultado en Pobledo, más usual como apellido.

Ahora me cuelgo la estola para hablar devotamente de la Virgen: porque ésta tiene una advocación, como virgen del Pópolo, relativamente frecuente (aparte de la muy conocida de Roma, tengo aquí al lado, en San Martín de Unx, una iglesia de ese título).  Este nombre se atribuye de modo mecánico (me atrevo a decir) al "pueblo": la excelente guía de Roma del Touring Club cuenta incluso una historia, poco creíble en mi opinión, fabricada ad hoc, para justificar esta extraña dedicación.

Ahora bien, todo el mundo sabe que es inveterada costumbre de la Virgen subirse a especies botánicas para sus milagrosas apariciones (de donde la virgen de la Encina, la virgen del Pino, la virgen de Atocha y un larguísimo etcétera de vírgenes arbóreas o arbustivas).  Sospecho que aquí la señora ministra volvió a confundirse de pópulus: la virgen del Pópolo, si no yerro, no es la "virgen del pueblo", sino más bien la "virgen del Chopo" (que también tiene por ahí alguna ermita con ese nombre, si la red no miente).

En nomenclatura botánica, aparte del género Populus, he encontrado pocos términos derivados.  En latín el adjetivo correspondiente es popúleus con sus variantes popúlneus y popúlnus (pongo tildes por abreviar, pero usted ya sabe que en latín no se escriben), pero sólo tengo registrado el Brachychiton populnea, que llaman "árbol botella" y he visto en Olivenza y en los jardines del alcázar sevillano.  Sus hojas, desde luego, recuerdan las del chopo.  También lo hacen (aunque bastante menos, en mi opinión) las del Cistus populifolius.  Venga, hombre, esfuércese un poco y pronuncie a lo clásico: bra-ký-ki-ton po-púl-ne-a, kís-tus po-pu-li-fó-li-us.

Y ya que lo tengo a mano, mencionaré, para terminar, que en zoología hay un escarabajo de las hojas llamado Chrysomela populi L, y también una mariposilla, Laothoe populi (populi es el genitivo, esto es, la forma de decir en latín "del chopo").

¡Larga vida al chopo, o al menos, si no larga, buena y verde vida!