Ah, pues no. Nada que ver con los limones.
El tratado de Dioscórides (iv 16) da cuenta del λειμώνιον /lei-moó-ni-on/: "que algunos llaman neuroides" (νευροειδές, literalmente "con aspecto de fibra" o "de cuerda"); "las hojas semejan la de la acelga (τεῦτλον), más finas y pequeñas, en número de diez o más, tallo fino, recto como el del lirio..." Y para terminar afirma Dioscórides que el λειμώνιον "crece en praderas y lugares pantanosos" (φύεται δὲ ἐν λειμῶσι καὶ ἑλώδεσι τόποις). ᾿Εν λειμῶσι: he aquí la clave del nombre; en efecto, de la palabra griega λειμών /lei-moón/ "prado" sale el adjetivo λειμώνιος "pratense", del que λειμώνιον, el nombre de nuestra planta, no es más que el neutro sustantivo.
Ahora bien, ¿de qué planta habla Dioscórides cuando escribe λειμώνιον? Unos afirman que de la Statice limonium (el actual Limonium, si no me equivoco); cierto diccionario afirma que es una espèce d'anémone; pero la mayoría (al menos en casa) está de acuerdo en que describe la Beta maritima L, que, aunque no me aclaro del todo, parece ser la antecesora de todas las variedades hoy cultivadas de acelga, y al presente recibe el nombre botánico de Beta vulgaris ssp maritima (a ésta la llama Teofrasto τευτλίς).
Gayo Plinio Segundo (me gusta devolverle de cuando en cuando su nombre completo al que solemos llamar Plinio el Viejo, y eso que falleció con cincuenta y tantos, un chaval) escribe lo siguiente en XX 72: Est et beta silvestris quam limonium vocant, alii neuroidem "hay también una acelga silvestre que llaman limonio, y otros neuroide": como se ve, o copia a Dioscórides, o bebe de la misma fuente. Pero Plinio añade una noticia del tipo "trucos para el hogar": aqua betae radice decocta maculas vestium elui dicunt, item membranarum "dicen que con el agua de cocer raíz de acelga se limpian las manchas de la ropa, y tambien de los pergaminos".
Claro es que la palabra limonium de Plinio es un helenismo, esto es, una voz tomada del griego. La primera I es larga (como corresponde a la transcripción del diptongo ει), y también la o (como corresponde a la ómega griega).
A diferencia de nuestro limonio, de raigambre puramente helénica, el nombre de los limones parece ser que viene, a través del árabe laymun, de la palabra que designaba a este cítrico en el idioma persa.
Es la primera vez que subo aquí más de una foto por artículo, pero es que no sé cuál elegir entre las varias que amablemente me autoriza a publicar Joaquín Álvarez, su autor, a quien desde aquí le agradezco su permiso y sus hermosas fotografías.