Mirando el arriscado sendero, me resistía yo a subir al Pic des Moines, pero me convenció un amigo de que el ascenso era más cómodo de lo que parecía: por fortuna era así, y además de joyas botánicas encontramos arriba una espléndida vista sobre el Midi de Ossau. Mientras almorzábamos, de regreso, Víctor Ezquerra, estrella de la divulgación (pronto de primera magnitud, y es profecía), aludió a la etimología de la voz tetraquetra. Me quedé pensando en la palabra, cuyo primer elemento parece griego, pero ¿cuál era el segundo? Podía haber pedido a Víctor que me iluminara, pero preferí guardarme la cuestión, por la ilusión de resolverla: una pregunta siempre es más divertida que una respuesta, esto es, lo que sigue: un tedioso resumen de mis ociosos entretenimientos.
El griego clásico τέσσαρες /tés-sa-res/ o τέτταρες significa "cuatro" (en género animado: el neutro es τέσσαρα o τέτταρα; ya el latino quattuor no distingue géneros, como el cuatro castellano). Ahora bien, en los nombres compuestos la idea de "cuatro" se expresa con el prefijo τέτρα- /té-tra/, que conocemos bien porque en nuestro idioma llamamos tetracromía o "cuatrocolores" a la impresión con cuatro tintas (la usual para imprimir en color), tetramorfos o "cuatroformas" a los animales evangélicos, y tetraedro o "cuatrocaras" al sólido formado por cuatro triángulos regulares. He elegido aposta esas palabras, porque ninguna de ellas se usó en griego clásico, indicio de la vivacidad del prefijo tetra- en la historia de nuestros idiomas.
Se comprenderá que lo primero que uno piense es que tetraquetra sea griego, y que el primer elemento signifique "cuatro". Pero ¿qué significa el segundo elemento? Pues no lo sé. No lo he encontrado.
Recordaba, sí, que Horacio llama a Sicilia Triquetra (Sermones 2 6 55), denominación que le cuadra a la isla por su forma triangular (a Sicilia también se la llamó Trinacria, que significa "Tres puntas"). En vano se buscará equivalente a Triquetra en griego (en cambio, Τρινακρία figura en Teócrito y en Tucídides). Si uno va a los diccionarios a buscar triquetra fácilmente da con el adjetivo triquetrus "triangular", que parece de formación puramente latina. Meillet lo recoge y, por toda etimología, menciona que el sufijo tiene correspondencia en germánico.
La que no encuentro por ningún lado en los repertorios de lenguas clásicas es la voz tetraquetra (o tetraqueter o tetraquetrus o cualquiera de las formas verosímiles con que pudiera buscarse). A cambio el griego clásico sí posee nuestro tetrágono (en latín tetragonus, con la primera O larga y por ende acentuada, véase lo dicho sobre polígono y poligono). Eso justifica el nombre que Lineo dio al Epilobium tetragonum (acentuado tetragónum). Si añadimos un lóbulo o lobo, tendremos el Tetragonólobus maritimus Roth, es de suponer que de "lóbulo tetragonal" (sinónimo, creo, de Lotus maritimus).
Yo sospecho (en mi ignorancia, no me queda más que la sospecha) que la palabra tetraquetra fue creada por analogía con triquetrus (con el significado, pues, de "cuadrangular"), si bien el neólogo no advirtió que aplicaba un prefijo griego a una forma latina. Algo monstruoso, para un filólogo finústico. En cualquier caso, ahí está la Arenaria tetraquetra L.
Ignoro por qué, los diccionarios que manejo dan para triquetrus la E breve, a pesar de que la sílaba cuenta como larga tanto en Lucrecio como en Horacio (aunque eso puede explicarse por licencia ante muta cum liquida). Si hacemos caso a los diccionarios, habría que pronunciar tríquetrus y tetráquetrus; si a Lucrecio y Horacio, esas palabras serían llanas.
No faltan en la onomástica botánica las formas con prefijo tetra-: la Euphorbia tetraceras Lange (en Lineo es E segetalis) sería una euforbia "cuatrocuernos" (κέρας /ké-ras/ "cuerno"). Supongo que también tendrá cuatro cuernos la Tetracera, planta americana. En cambio, la Vicia tetrasperma habrá de tener cuatro simientes. Por su parte el Hypericum tetrapterum gozará de cuatro alas. El árbol que los franceses llaman thuya de Barbarie es un Tetraclinis, por la forma de sus frutillos, probablemente del griego κλινίς /klii-nís/ "camita". He encontrado incluso un alga Tetraedron, que en su diccionario Font Quer escribe muy finamente Tetraëdron, pues ese AE no es diptongo: τέτρα- /té-traa/ "cuatro" (la forma de τέσσαρες como prefijo), ἕδρα /hé-dra/ "asiento".
¿Pertenece a este grupo la Galeopsis tetrahit? Algo me dice que no, pero no he logrado averiguar de dónde sale ese curioso nombre específico, proveniente quizá de algún habla local. En cuanto al genérico, leo en la red que galeopsis significa "parecido a un casco", y que viene de la palabra griega gale que significa "comadreja"; esto último es harto dudoso. Sí, es cierto que en griego se llama γαλῆ /ga-lée/ a ese bichito, pero si galeopsis quiere decir lo apuntado arriba (para opsis se puede ver Frutos en octubre de 2019), habrá que partir no de esa palabra griega, sino del latín galea que, en efecto, significa "casco"; estaríamos ante otro híbrido grecolatino, como tetraquetra.
En mi opinión, tampoco el nombre griego del urogallo (τετράων /te-trá-oon/) tiene que ver con el número cuatro, ni tampoco su transcripción latina, que es ahora el género Tetrao, y origen de la familia tetraonida; yo descartaría también el nombre del sisón (Tetrax tetrax).
En latín la forma del cardinal "cuatro" también difiere exenta y en compuestos: aislada, se dice quattuor, mientras que en compuestos adopta la forma quadr-. Así, el griego tetragonus tiene el equivalente latino quadrangulus, y de ahí el Hypericum quadrangulum de Lineo (sinónimo de H tetrapterum arriba mencionado). También hay una Passiflora quandrangularis.
Cuatro hojas tiene, claro está, la Paris quadrifolia. Y Plumier bautizó en 1703 al cacahuete Arachidna quadrifolia (luego Lineo la llamaría Arachis hypogaea, nombre que aún está en vigor si no yerro). Lo de hypogaea ("bajo tierra") supongo que se refiere a la curiosa costumbre de sus flores, que se fecundan al aire, y luego se entierran, para madurar sus semillas en el suelo. Recuerdo haber discutido con un amigo sobre si los cacahuetes eran semillas o tubérculos: yo sostenía lo primero, porque, comedor habitual de manises (así llamábamos de niños al cacahuete, o cacagüés), recordaba bien sus dos cotilédones y el embrioncillo en medio; el amigo, agricultor, cultivó un par de años la planta y sabía de sobra que los cacahuetes se sacan de bajo tierra.
Baste de cuatro por hoy.