Mes boedromión (fines de verano), año 490 antes de la Era. En los llanos de Maratón, en la costa del Ática, el ejército ciudadano derrota, contra pronóstico, a Darío el Grande, rey de reyes. Envían a un hemeródromo, un tal Fidípides, que lleve la nueva a Atenas: corre cuanto puede, da la noticia, y muere. Esto último no lo cuenta Heródoto, padre de la Historia, que tantos detalles ofrece de esa batalla. Si los atenienses la hubieran perdido, adiós Heródoto, adiós historia y adiós maratones.
El solo nombre de Μαραθῶν /ma-ra-zóon/ enorgullecía sin tasa a los atenientes. "Yo estuve en la batalla". No había que decir más. Ésquilo olvidó al parecer, redactando su epitafio, el casi centenar de tragedias que constituyen su gloria, y sólo dice: "pueden atestiguar su valentía el santo suelo de Maratón y, por experiencia, el persa melenudo".
Pero, además de nombrar un lugar, Μαραθῶν tiene un preciso significado: "hinojar", terreno donde crece el hinojo. Esta hierba se llama en griego μάραθον o μάραθρον, y de ahí que se llame μαραθῶνες o μαραθρῶνες a los hinojares (o hinojales). De modo que "hinojar" sería la traducción exacta de Μαραθῶν.
Me llama la atención el éxito de este simple en la toponimia. ¿Tantas virtudes tiene el Foeniculum vulgare? En nuestro ámbito peninsular e idiomático, aparte del marqués de Santillana con su vaquera de la Finojosa, y limitándonos a núcleos poblados, tenemos Hinojal, Hinojar, Hinojares, Hinojosa (de Duero, del Campo, de Jarque), Hinojosas, Hinojales, Hinojoso (de la Orden, del Marquesado), Los Hinojosos...
Cierto que en torno al Queiles se aprecia mucho el cenojo como condimento de una tortilla de temporada, elaborada con los primeros brotes de esta planta. Pero parece que las virtudes del hinojo se reducen a ser un buen carminativo (no puedo escribir esta palabra sin reír, con el recuerdo de Crome Yellow de Huxley); como decía la máxima salernitana, en elegante hexámetro leonino (lo cita Font Quer), la semilla del hinojo alivia de pedos:
Semen foeniculi pellit spiracula culi.
Tanto hinojo como fenojo (o su variante cenojo, por confusión de aspiradas, igual que a Felipe lo llaman Celipe) son resultado fonético del latín fenuculum, variante vulgar del clásico feniculum /fee-ní-cu-lum/, con E larga. La grafía feniculum es la clásica, pero se encuentran las variantes faeniculum y foeniculum, ésta última la adoptada por la tradición botánica.
No cabe dudar que feniculum es el diminutivo de fenum "heno". En cuanto a fenum (con E larga) todo indica que es un derivado de la importante raíz indoeuropea *dhee- "mamar" (pongo dos E para indicar la base larga), la misma que da en griego θηλή "ubre" y θηλύς "femenino", y en latín felix, fecundus..., uber (con tratamiento distinto de -dh-) y felare y felatio, cuya versión omito por el horario infantil. De modo que el significado primigenio de fenum sería "provecho (del prado)", y sería hermano mellizo de fenus, que en latín clásico designa el "rédito del capital". Pues de ese fenum vendría feniculum, cuyo sentido primitivo sería "henito" (o "provechito").
(Dicho sea de paso, hinojo es también resultado fonético de geniculum o genuculum "rodilla", que en esta colisión fonética ha sido desplazada del castellano por nuestra umbelífera, y ya sólo como arcaísmo podemos ponernos "de hinojos".)
De feniculum resulta fenouil, nombre francés del hinojo. También Francia tiene sus topónimos derivados: Fenouillete, Fenouillères etc. En italiano feniculum da finocchio, y de esta voz creía yo que no encontraría topónimos en Italia, pero veo que me equivoco: hay varios Finocchio, al menos un Finocchito y hasta un Finocchieto (entre Rieti y Narni). Pensé que faltaría porque finocchio tiene el sentido añadido de "afeminado", "marica" (mi diccionario no lo confirma, pero sí el cine italiano, por ejemplo Il sorpasso de Dino Risi).
En catalán feniculum da fenoll, con la variante fonoll. De ahí derivan un buen golpe de topónimos (y apellidos), como Fenollar, Fenollosa, Fonollosa, Fonolleres, &c. El bable al hinojo lo llama cenoyu, pero hay una Fenolleda en Asturias.
Como el gallego-portugués tiene la costumbre de comerse la N intervocálica (a la luna le dicen lua, y a nosotros boas tardes) lo esperable de feniculum sería fiolho (que es la forma portuguesa), aunque en gallego prefieren ahora fiuncho, que en Portugal tiene la variante funcho. Sea como fuere, "hinojal" tiene también lugar en la toponimia galaicoportuguesa: Fiolhal, Fiolheda, Fiolhedo, &c. Añadamos la capital de las Islas Madeira, esto es, Funchal.
Si en Madeira se hubiera ganado una épica contienda, por ejemplo contra el invasor almogávar bajo el brillante capitán Carod-Rovira (alias Aquí-Y-En-La-China-Popular), quizá un corredor de resistencia podría tener hoy en su haber doce funchales y veintitrés medias funchales.
¡Estos griegos! Con su habilidad de colocarse al comienzo de la historia, nos han quitado a otras naciones muchas oportunidades con la épica y con la etimología...
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