lunes, 26 de julio de 2021

Epipactis y eriophorum



Un par de paseos deliciosos por caminos de Huesca añaden dos plantas al escaso catálogo de las que uno conoce pero, por ello mismo, se encariña.  Ya que he dedicado un ratillo a averiguar sus nombres, pondré aquí mismo lo averiguado.

A orillas del río Guatizalema encontré hace un par de días la flor de la foto, con su bello aspecto de orquídea, y ayudado por amigos más conocedores la he identificado como Epipactis palustris.

La Epipactis palustris tiene como basiónimo Serapias helleborine (cuya variedad palustre definiera Lineo en 1753), y es llamada también Helleborine palustris (L) Schrank., y con otros nombres.  La voz ἐπιπακτίς (y su extraña variante ἐπικακτίς, la lectura de Plinio) derivaría según Chantraine del adjetivo (no documentado) ἐπιπάκτος "reforzado", "cerrado", y aludiría a las virtudes cicatrizantes de esa hierba (el nombre sería, pues, postverbal de ἐπιπήγνυμι o ἐπιπακτόω que valen "candar" o "remachar").

Ahora bien, parece fuera de toda duda que, mientras los actuales nombres botánicos (Epipactis, Helleborine) designan parientes de orquídeas como la de la foto, la epipáctide o heleborine de los griegos antiguos era más bien una cariofilácea, esto es, una prima de los claveles.  ᾿Επιπακτίς, en efecto, voz que hallamos en Teofrasto y Dioscórides, sinónima en estos autores de ἐλλεβορίνη /el-le-bo-rí-nee/, parece identificarse con la Herniaria de Lineo (la Herniaria glabra L, especifican los traductores de Dioscórides, y también los autores del artículo en Flora ibérica).

Cantan las virtudes de esta planta (admitamos que se trata de la Herniaria) Teofrasto y Dioscórides, y las repite Plinio en su Naturalis historia 27 76:  Epicactis ab aliis elleborine vocatur, parva herba, exiguis foliis, iocineris vitiis utilissima et contra venena pota "A la epicáctide la llaman otros eleborine: es yerba pequeña, de hojas diminutas, muy útil bebida para las dolencias hepáticas y contra los venenos".  Parva herba la llama aquí, aunque en el libro 13 (114) la había llamado "arbusto":  In Asia et Graecia nascuntur frutices epicactis, quem alii embolinen vocant "En Asia y Grecia crecen arbustos de epicáctide, que otros llaman emboline" (ese embolinen tiene todo el aspecto de ser un error de lectura por elleborinen).

El estatuto intermedio entre arbusto y yerba va bien con la herniaria, bianual, que lignifica pero poco.  Font Quer la da por buen diurético.

Cosa más ardua es averiguar el origen de hernia, de donde parece evidente que proviene herniaria: es palabra relativamente tardía (Celso, Marcial) y de origen desconocido ("hernia" en latín clásico se dice rames).


Algunos días antes habíamos visto Julia y yo en el valle de Aísa, en una zona plana y muy encharcada, una densa cubierta de lo que parecían juncos de blanquísima cabellera, tallos de medio metro en cuya sumidad brillaban algo así como flabelos semejantes a lana o nieve según reflejaran más o menos los rayos del sol.  Cuando vi que se trataba de Eriophorum (más precisamente Eriophorum latifolium), no dudé de lo acertado del nombre, ya que el adjetivo ἐριοφόρος /e-ri-o-fó-ros/ significa literalmente "que lleva lana" (de ἔριον /é-ri-on/ "lana", y el verbo φέρω o φορέω "llevar").

Al ser breve la O de la penúltima sílaba, en latín (a diferencia del griego) la palabra será esdrújula: erióphorum, pues, y no eriophórum (y, si se me permite, también en castellano erióforo y no erioforo).

Parece ser que en griego tardío ἐριοφόρος fue también sustantivo con el significado de cottonnier (algodonero) y dado por sinónimo de γναφάλιον.

La voz griega ἔριον (que tiene las variantes εἶρος, ἔρι y alguna más) es de origen algo obscuro, y no se le encuentran ancestros evidentes.  Por lo demás, creo que ya conté (a propósito de la Valerianella eriocarpa) cómo de la tierra y la lana, más la semilla de origen divino, nació Erictonio, adoptado por Atenea.  La voz Eriophorum es de la familia (lingüística) de ese muchacho, de Erictonio.

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