El mito griego registra la existencia de dos Teucros, ambos del ciclo troyano, uno el ancestro, el otro el vástago lejano. Como ocurre con tantos héroes homéricos, el nombre Τεῦκρος tiene poco aspecto griego.
El Teucro más antiguo era hijo del río Escamandro (el río de Troya) y una ninfa del monte Ida (el monte de la Tróade); aunque otras tradiciones lo dan por inmigrante de Creta, y no faltan atenienses que lo reputan hijo de Atenas. Si vino de Creta con su padre Escamandro, el motivo fue un oráculo que les ordenó establecerse allí donde fueran atacados por los "hijos del suelo". Y hete aquí que, vivaqueando en lo que luego sería Ilión, amanecieron los cueros de sus armas roídos todos de ratones. Comprendiendo que el oráculo se había cumplido, erigieron un templo a Apolo Esminteo o Apolo Ratonil (de σμίνθος "ratón" o, más bien, "rata": a este Apolo invoca el padre de Criseida en el primer canto de la Ilíada: Σμινθεῦ).
Este primer Teucro es el progenitor de la familia real troyana. Virgilio, para referirse a Troya y a los troyanos, siente preferencia por las voces Teucria y Teucri.
El otro Teucro era sobrino de Príamo (el rey de Troya cuando ésta fue destruida por los Atridas), como hijo de su hermana Hesíone, unida al rey de Salamina, Telamón: así que Teucro es también hermano del gran Áyax o Ayante Telamonio (el remoto antecedente de don Quijote, pues perdió la chaveta y se puso a alancear ovejas: la vergüenza por su mísera hazaña hizo que se suicidara al recuperar la lucidez).
Aunque Teucro era sobrino del rey troyano, participa con su hermano Ayante del ejército griego, el sitiador. Teucro era un muchacho valiente y envió a los infiernos, en buena lid, a un buen fajo de troyanos. Cuando lo del caballo de Troya, fue uno de los elegidos para ocupar sus entrañas. Sin embargo, tuvo mala suerte: de regreso a casa, su padre Telamón lo repudió por no haber ayudado más al primogénito. Teucro, desterrado, va a Chipre y allí funda la Salamina chipriota.
¿A cuál de los dos Teucros homenajea la hierba llamada τεύκριον /téu-cri-on/? Sin duda al segundo: la mayoría de nombres botánicos parecen referirse a esa generación broncínea: Heracleum (heracleon), Achillea, Centaurea.
Escribe Plinio (Naturalis historia 25 45): Invenit et Teucer eadem aetate teucrion, quam quidem hemionion vocant, spargentem iuncos tenues, folia parva, asperis locis, austero sapore; numquam florem neque semen gignunt "Por la misma época [Plinio acaba de aludir a Aquiles y la aquilea] también Teucro descubrió el teucrio, al que llaman hemionio, que esparce unos juncos delgados, hojas pequeñas, en lugares escarpados, de sabor acre. No produce flor ni simiente".
Hemionium deriva del griego ἡμίονος /he-mí-o-nos/ "mula" (un compuesto de ἡμί-, el equivalente del latín semi-, y ὄνος "burro": "mula" se dice en griego "semiburro"). Parece ser que el nombre le viene de las propiedades de la hierba para provocar esterilidad en la mujer. En efecto, del ἡμίονος habla Teofrasto (9 18 7) en estos términos: "La hoja del hemíono es para las mujeres una manera de no concebir; se mezcla, dicen, con un poco de pezuña de mula y de su piel".
Ahora bien, ¿qué vegetal es el hemíono o hemionio o el teucrio de Plinio? No hay unanimidad entre los autores, antiguos o modernos. En Dioscórides el hemíono parece ser un helecho, según Bailly; la editora de Teofrasto dice que es el Ceterach officinarum. El τεύκριον de Dioscórides es, según los diccionarios, el Teucrium lucidum; Font Quer afirma que es el Teucrium flavum.
"El teucrio cura el bazo", continúa informando Plinio: "y consta que su hallazgo fue así: habiendo tirado encima las vísceras de un sacrificio, el teucrio se adhirió al bazo y lo vació. Por eso algunos lo llaman splenion". En griego "bazo" se dice σπλήν, de donde el spleen inglés, que designa la que nosotros llamamos también pajarilla y melsa. Siempre ha tenido este órgano relación con el humor: a Baudelaire se lo ofuscaba; y nuestro dicho "alegrársele a uno las pajarillas" es, dicen, una alusión directa al bazo.
"Cuentan que los cerdos que comen la raíz del teucrio aparecen luego sin bazo". Este Plinio... Ahora que lo pienso, le pasa lo que a mí: le cuesta no soltar todas las notas que ha tomado.
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