martes, 3 de julio de 2018

Corona de rey



Este junio ha florecido con inusitado esplendor la Saxifraga longifolia: muchos ejemplares a la vez han producido ese ramo que culmina su vida y anuncia su muerte, y los ramos abiertos muestran en apretado número sus flores blancas, alegría de insectos y paseantes.

En el artículo correspondiente de su Dioscórides renovado afirma Font Quer que no es frecuente la floración simultánea de estas saxífragas:  "Sin embargo, este año en que esto escribo, y hoy precisamente, día 10 de junio de 1956, he visto multitud de coronas de rey magníficamente floridas...  Si no fue por los excepcionales fríos de febrero... y por lo lluvioso del año, es difícil explicarse el porqué de tanta planta en flor".

Desde luego, esta primavera ha sido excepcionalmente lluviosa; parece, a la vista de esto, que alguna parte ha de tener la pletora de lluvias, al menos en las floraciones extraordinarias.

Me gusta el nombre de esta planta: saxífraga; es castellano y latín a la vez.  En latín "roca" se dice saxum (todavía el principal macizo del Apenino italiano se llama il Gran Sasso, algo así como "el pedrusco gordo"), y ése es el primer rasgo de nuestra planta, capaz de crecer sobre la roca viva.  Parece como si planta hendiera y quebrara las piedras, y he ahí el segundo elemento de su nombre, el verbo frangere /frán-ge-re/ (con la G, siempre suave, de nuestra voz gato) "romper".  Así que saxífraga viene a significar "rompepiedras".

Por el verbo "romper", saxífraga es pariente de naufragio (cuyo sentido original es "rotura de nave"); en español tenemos una porción de palabras con la raíz de frangere, como fragmento, fracción, fractura; y además de la refracción (que es algo así como "romperse el rayo lumínico"), tenemos también refringencia donde la A de frangere está alterada (por cierta buena razón), así como en infringir cuyo significado básico es "romper" o "quebrantar" (como ampliamente ignoran en nuestras televisiones, donde aprovechan casi toda ocasión de confundirlo con infligir).

Disculpe el lector que no me resista a mencionar una palabra latina que me resulta simpática: lumbifragium o "rotura de lomos"; lo que siente uno después de subir el piano del maestro Colomer al sexto piso.

Hay en el campo de la biología más consanguíneos de la voz saxífraga: en sus distintas variedades, el pájaro cascanueces tiene el adecuado título científico de Nucifraga /nu-kí-fra-ga/, que significa justamente "cascanueces"; y aunque la ciencia lo llama Gypaetus barbatus, ella sabrá por qué, el quebrantahuesos recibe el nombre latino de ossifragusossifraga, que significa lo propio que la voz castellana correspondiente (ossa "huesos") y es origen de la francesa orfraie.

Veo, por último, una liliácea, el Narthecium ossifragum, cuyo nombre parece significar "botiquín rompehuesos", pues ναρθήκιον /nar-zeé-ki-on/, que es el diminutivo de νάρθηξ /nár-zeex/ "férula" (quizá porque con esa caña se hacían tales objetos domésticos), viene a significar "botiquín" (curioso: otro diminutivo lexicalizado) o "neceser".

Con todo esto he olvidado decir, de la Saxifraga longifolia (las dos G deben sonar igual), el segundo elemento, pero supongo que se entiende que longifolia significa "de hoja larga", algo que en griego se diría dolichophylla (pero con este nombre no encuentro ninguna planta); porque macrophylla significa más bien "de hoja grande".

6 comentarios:

  1. Una gozada el poder aprender con tus enseñanzas. Muchas gracias

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  2. Leo con mucho gusto (y aprendo un montón) tus reflexiones. Gracias mil

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  3. Leo con mucho gusto (y aprendo un montón) tus reflexiones. Gracias mil

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  4. Un gustazo, lo mismo digo. Este verano por fin tendré tiempo de empezar a aprender un poquito de botánica. Me compré un "clásico" (según me dijeron) sobre las flores silvestres de Canarias; está muy completo, pero ni tiene introducción a la taxonomía o al reconocimiento de plantas, ni dice pío de los nomina en latin/griego, ni, a pesar de tener un glosario, indica la mayor parte de los términos técnicos que emplea para describir las plantas. Habrá que ir completándolo poco a poco.

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    1. ¿Por cierto qué te parece esta obra: https://archive.org/details/BOTANICALLATINWILLIAMSTEARN ? ¿Te ha sido útil, la recomiendas?

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  5. Echo ahora de menos a mi alumna Yuly, quien solía bajarme los humos, cuando alguien mostraba cierto entusiasmo: "¡Si se lo inventa todo!", decía. En fin, procuro comprobar lo que afirmo, pero no estoy seguro de hacerlo bien siempre.

    Sobre el Botanical Latin de Stearn he comentado algo en una entrada anterior (titulada "Más sobre latín botánico"). En su día el libro me decepcionó, pues su principal objetivo es ser un prontuario de latín veloz para botánicos necesitados (cosa que parece inútil a alguien que habla de los nomina) mientras que yo buscaba justamente el porqué de las asignaciones científicas, y no las etimologías de los términos (ambas cosas ajenas a los intereses del Botanical Latin). No obstante, he sacado mucho partido de ese libro; ya lo decía Plinio, no hay libro del que no se puede aprender algo.

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